Branding, strategy, advertising, digital marketing, social media, branded content, neuromarketing, creativity, content...
La actitud dominante en una entrevista de trabajo cuando alguien aspira a ser seleccionado para un puesto de trabajo es la sumisión. Entra en el despacho dispuesto a no llevar la contraria a ninguna de las opiniones allí expuestas por extravagantes que sean y a mostrarse abierto a la colaboración y a la identificación con la marca, que no dejará de elogiar a la menor ocasión, dejando entrever un sentido positivo generalizado como carácter. Pero la comunicación con el candidato se extiende desde el minuto uno hasta el último.
Voy a fracasar, pero soy afortunado. Otros no van a fracasar porque nunca van a tener la oportunidad de hacerlo. Los que podían estar en esta situación son muchos, pero no han sido tan afortunados como yo. “Los que renuncian son más numerosos que los que fracasan”. Henry Ford ¿Por qué digo esto? Verás: son las nueve de la mañana y abro mi correo para ver cómo se presenta el día. Hay lo habitual más un email del director que lleva el icono de la banderita roja. Eso me pone en alerta.
Desarrollar un negocio innovador, emprender, es una actividad de alto riesgo. No es fácil, no es barato y no es para todo el mundo.
Un alto porcentaje de los trabajadores agradecerían a sus jefes la posibilidad de realizar teletrabajo, pero ¿por qué todavía hoy el solicitarlo se convierte en una conversación difícil para algunas personas en su empresa? Se me ocurren varias respuestas: puede que la sombra inquietante de la “cultura del presentismo”, de esa falsa sensación de control por ver físicamente a los empleados en sus puestos, siga recorriendo los pasillos de algunas empresas.
El objetivo de muchos de los departamentos de la empresa es dar un nivel de servicio del 100%, pero ese dato es utópico, y quienes nos dedicamos a los procesos logísticos lo tenemos muy claro, pues todos los días nos encontramos con que alguna de las variables que deberían funcionar de manera perfecta para alcanzar ese objetivo sufre una ligera desviación, y ya entonces se convierte en imposible el objetivo, aunque a veces sea por poco.
Esta semana estuve visitando a clientes con uno de nuestros vendedores en Madrid. Uno de ellos estaba a punto de firmar nuestra propuesta de servicio a falta de concretar algunos detalles que habían quedado pendientes en la última reunión: un contacto de atención personalizada. Obviamente, se trataba de un cliente importante y este parecía ser un punto importante en la negociación.
A menudo en las empresas se abusa del correo electrónico de diferentes maneras. Unos pecan de excesivamente parcos, y otros, desde el otro extremo, de demasiado extensos. Hay un término medio, que es el de la eficacia. Cuántas veces hemos escrito, sin pretenderlo, un correo polisémico, o sea, que favorece varias interpretaciones, incluso las contrarias. ¡En cuántas ocasiones hemos enviado copias a quien no corresponde! O, directamente, hemos dirigido mensajes críticos con alguno de nuestros jefes a los afectados, con el consiguiente “¡tierra, trágame!” adosado.
En el Día de la Felicidad, Mar Cárdenas, profesora de ESIC, nos da las claves para conseguir la felicidad en el trabajo: ¿cuánto influye en la felicidad la oportunidad de conciliar la vida laboral con la familia?,¿qué es más importante tener un buen ambiente laboral, contar con un buen líder o tener un salario competitivo?, ¿qué medidas deberían implementar las empresas para conseguir que sus trabajadores sean felices?...
Vivimos en un mundo donde todo va a la velocidad de la luz y los cambios son constantes; quedarse un instante parado es quedarse obsoleto. Hoy, quedarse parado es ser un “jefecillo”, que dirige el equipo casi a empujones, es decir, sin tener objetivos claros; está pendiente del error, sin espacios para compartir, sugerir, construir.
La zona de confort hace referencia a un estado mental similar al “piloto automático”, por el que las personas adoptamos una rutina con el objetivo de obtener un rendimiento continuo sin tener que asumir riesgos, es esa zona donde nos sentimos seguros, porque lo tenemos todo controlado. Salir de la zona de confort puede provocar en dicha persona un estado de ansiedad o temor al fracaso, que prefiere evitar a toda costa, conformándose con la situación actual, aunque ésta le provoque insatisfacción o infelicidad.
DESCUBRE
NUESTRAS
TITULACIONES EN
MANAGEMENT
Contamos con 9 campus en España: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, zaragoza, Granada, Bilbao y Pamplona
Our blog is fed by the experience, knowledge and creativity of many ESIC professors
from all its campuses. In addition, other experts and professionals
from different fields and subjects also participate.