En un mundo empresarial tan competitivo como el actual, es clave planificarse y organizarse bien. Por ello, es indispensable contar con herramientas que faciliten la comunicación con los clientes para conseguir los objetivos fijados y dar buena imagen. Buenos ejemplos de este tipo de plataformas son los sistemas CRM (customer relationship management o gestión de relaciones con el cliente) y ERP (enterprise resource planning o planificación de recursos empresariales).
En el mundo de los negocios, la cooperación siempre ha sido una pieza clave a la hora de emplear estrategias innovadoras que llamen la atención de los consumidores. Las empresas pueden tener la misma audiencia o una similar e incluso públicos muy variopintos, por lo que de repente pueden encontrarse con colaboraciones que no sabían que necesitaban.
Nos vemos continuamente impactados por información muy diversa. La digitalización hace que nos llegue información valiosa a través de numerosos canales y, si no se sabe almacenar del modo adecuado, es complicada de gestionar. De hecho, WeAreSocial llevó a cabo un estudio el pasado mes de abril en el que destacaba que más de dos tercios de la población mundial emplea Internet. Teniendo en cuenta que pasamos una media de siete horas en la red, la cantidad de datos que recibimos es inmensa.
Los empleados son la estructura de cualquier empresa. Sin ellos, el negocio no saldría adelante, motivo suficiente para tener departamentos encargados tan solo de buscar estrategias para que los empleados se mantengan motivados en su puesto de trabajo. William McDougall, psicólogo social, ya hablaba de la importancia de formar equipos a principios del siglo XX y, hoy en día, ese pensamiento se refleja en los reconocidos team buildings.